Las estrategias médicas para la Policondritis incluyen AINE, dapsona y corticosteroides en casos leves.
Los corticoides se utilizan en terapia combinada con inmunosupresores. Como metotrexato y azatioprina en los casos necesario.
Para los casos más agresivos de Policondritis, por ejemplo, en donde los pacientes desarrollan involucramiento renal u obstrucción de las vías aéreas, los cuales ponen en peligro la vida de las personas se utiliza ciclofosfamida.
Recientemente, los inhibidores del TNFα son el agente biológico más prescrito, con respuesta parcial o completa en varios casos, pero puede ocurrir pérdida de eficacia con el tiempo.
Infliximab y adalimumab deben preferirse entre los antagonistas del TNFα.
El uso de inhibidores de JAK todavía es reciente y anecdótico.